Directiva EPBD: automatización inteligente para alcanzar edificios Net Zero

El sector de la edificación es responsable de cerca del 40% del consumo energético y más del 36% de las emisiones de CO₂ en la Unión Europea. Ante este desafío, la UE ha aprobado una serie de medidas para acelerar...
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El sector de la edificación es responsable de cerca del 40% del consumo energético y más del 36% de las emisiones de CO₂ en la Unión Europea. Ante este desafío, la UE ha aprobado una serie de medidas para acelerar la descarbonización del parque inmobiliario. La EPBD (Energy Performance of Buildings Directive) es una de las más relevantes, y tendrá un impacto directo sobre cómo diseñamos, gestionamos y digitalizamos los edificios.

En este artículo, exploramos el papel de la automatización y control de edificios (BACS), la relación entre la EPBD y la norma ISO 52120-1, el nuevo indicador de inteligencia de los edificios (SRI), y el valor que aportan tecnologías como los sistemas de medición de ocupación en tiempo real para avanzar hacia edificios más sostenibles e inteligentes.

1. ¿Qué es la EPBD y por qué es clave en la transición energética?

La EPBD (Directiva sobre la Eficiencia Energética de los Edificios) es una iniciativa de la Unión Europea que establece los requisitos para mejorar el rendimiento energético de los edificios. En su versión revisada en 2024, esta directiva es un pilar fundamental en el camino hacia el objetivo Net Zero en 2050.

Sus objetivos principales son:

  1. Reducir el consumo energético de los edificios, tanto residenciales como no residenciales.
  2. Eliminar las emisiones de carbono operativas en todos los edificios nuevos para 2030.
  3. Renovar energéticamente los edificios existentes, especialmente los menos eficientes.
  4. Digitalizar la gestión energética a través de sistemas inteligentes y automatizados.

La EPBD no solo se centra en el aislamiento o la eficiencia de equipos, sino que apuesta claramente por la automatización, el control adaptativo y la monitorización continua como elementos clave de eficiencia operativa y sostenibilidad.

2. El papel de los sistemas BACS en la nueva normativa

Uno de los grandes cambios de la EPBD es que los sistemas de automatización y control de edificios (BACS) pasan a ser obligatorios en ciertos casos. Específicamente, todos los edificios no residenciales con sistemas HVAC superiores a 290 kW deberán contar con BACS antes de 2025 (Artículo 13 (9) EPBD).

¿Por qué? Porque los BACS permiten:

  • Controlar en tiempo real los sistemas técnicos del edificio (HVAC, iluminación, ventilación...).
  • Adaptar el funcionamiento del edificio a la demanda real (ocupación, clima, horarios).
  • Monitorizar consumos energéticos y detectar desviaciones.
  • Optimizar la operación y reducir consumos sin comprometer el confort.

Un BACS bien implementado puede suponer ahorros de energía de entre el 10% y el 30%, dependiendo del nivel de automatización. Además, sienta las bases para implementar inteligencia artificial, mantenimiento predictivo y respuestas dinámicas a la red eléctrica (demand response).

3. EPBD e ISO 52120-1: legislación y norma técnica van de la mano

La EPBD establece qué hay que hacer, pero no siempre entra en el detalle técnico de cómo hacerlo. Aquí es donde entra en juego la ISO 52120-1:2021, una norma internacional que proporciona un marco claro para evaluar la eficiencia energética de los sistemas BACS.

La norma define cuatro niveles de eficiencia para los sistemas de automatización (A, B, C y D), en función de las funcionalidades que incluyen: desde programación horaria básica (clase C) hasta control adaptativo avanzado, gestión predictiva y supervisión integrada (clase A). La ISO 52120‑1 establece que un sistema BACS avanzado (Clase A) debe incluir detección de ocupación para subir el nivel de eficiencia.

[caption id="attachment_2092" align="alignnone" width="2560"] Town, building, urban and city | HD photo by chuttersnap[/caption]

 

La ISO 52120-1 se convierte así en una herramienta técnica clave para cumplir los requisitos de la EPBD, y también para justificar inversiones en modernización de edificios, establecer planes de mejora y comparar el rendimiento de diferentes soluciones tecnológicas.

4. ¿Qué es el Smart Readiness Indicator (SRI) y cómo se calcula?

La EPBD introduce también un nuevo concepto: el Smart Readiness Indicator (SRI), o indicador de preparación inteligente del edificio (Artículo 15 y el Anexo IV de la EPBD). Este indicador evalúa en qué medida un edificio está preparado para:

  • Adaptarse a las necesidades de sus usuarios.
  • Optimizar su eficiencia energética.
  • Interactuar con la red eléctrica o energética.

El SRI se calcula sobre 9 dominios técnicos (HVAC, iluminación, ventilación, ACS, electricidad, movilidad eléctrica, etc.) y puntúa funcionalidades como:

  • Control automático.
  • Monitorización en tiempo real.
  • Capacidad de respuesta a la demanda.
  • Interoperabilidad entre sistemas.

Cada funcionalidad presente aporta una puntuación, y el SRI se expresa como un porcentaje (por ejemplo, 70% de smart readiness). A más funcionalidades inteligentes y mayor nivel de automatización, mayor puntuación SRI.

Este indicador será obligatorio progresivamente en muchos países de la UE y servirá como una nueva referencia de calidad para edificios sostenibles, inteligentes y conectados.

5. ¿Cómo influye la medición automática de ocupación en el SRI?

Una de las funcionalidades clave que evalúa el SRI es la capacidad del edificio de adaptarse a la presencia real de personas. Aquí es donde los sistemas de medición de ocupación en tiempo real aportan un valor diferencial.

Integrar datos de ocupación permite:

  • Regular automáticamente la temperatura, ventilación e iluminación según uso real.
  • Apagar zonas no utilizadas y reducir el consumo.
  • Mejorar el confort sin desperdiciar energía.
  • Alimentar plataformas BMS o IWMS con datos fiables para tomar mejores decisiones.

Según estimaciones técnicas, incorporar un sistema fiable de ocupación puede incrementar el SRI en 10 a 25 puntos porcentuales, dependiendo del grado de integración funcional con los sistemas técnicos del edificio.

Esto convierte la medición de ocupación en una palanca directa de mejora energética, operativa y normativa.

La ISO 52120-1 recoge explícitamente la necesidad de control térmico modulante dependiente de ocupación como requisito para alcanzar la Clase A. Esto también está alineado con el considerando 57 de la EPBD, que menciona la utilización de datos en tiempo real para crear gemelos digitales de los edificios.

6. ¿Qué impacto tiene todo esto en el sector?

La nueva EPBD, la ISO 52120-1 y el SRI están acelerando una transformación profunda en el sector inmobiliario y de la gestión de edificios:

  • Los edificios deben ser inteligentes por diseño: ya no basta con ser eficientes estáticamente; deben adaptarse dinámicamente.
  • La automatización deja de ser un extra y pasa a ser un requisito legal en muchos casos.
  • Se impulsa la digitalización del sector construcción, facility management y asset management.

La interoperabilidad y el análisis de datos se convierten en pilares para cumplir con objetivos energéticos, ESG y financieros.

Tecnologías como los sensores, plataformas de automatización, analítica energética o algoritmos de control inteligente dejan de ser opcionales y pasan a ser herramientas clave para cumplir con los estándares regulatorios, operativos y de mercado.

Conclusión

La EPBD marca un antes y un después en la manera en que concebimos y operamos los edificios. Pasamos de estructuras pasivas a sistemas vivos, conectados e inteligentes.

En este contexto, soluciones como la automatización basada en datos y la medición de ocupación en tiempo real no solo aportan eficiencia y confort, sino que se convierten en piezas estratégicas para cumplir con las normativas, mejorar el SRI y avanzar hacia un parque inmobiliario verdaderamente Net Zero.

El futuro de los edificios es inteligente. Y ya está aquí.

 

 

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